martes, 7 de agosto de 2012

Escritorio para el ahorro energético

Escritorio que aprovecha la energía generada por el cuerpo humano

Esta es una iniciativa en ese sentido, ya que se trata de un sitio de trabajo, compuesto por mesa, silla y alfombra, que es capaz de aprovechar la energía que genera el propio cuerpo humano.
Esto lo hace mediante el calor que se acumula en el asiento, por un lado, y por otro por el movimiento que producen  la silla y los pies sobre la alfombra. Si bien, la producción energética no alcanzaría para cubrir todos los gastos, sí significaría un considerable ahorro.
El diseño se llama Unplugged, y es una creación del diseñador sueco Eddi Tornberg, de laEscuela Superior de Diseño Beckmans de Estocolmo.
Aprovechar la energía que generamos sencillamente con nuestros propios cuerpos, no es solo ecológico, es económico,  y sobretodo practico.

Vivir ecológicamente




 En el Diario Ecología, se explica muy bien lo que es ser ecológico, algo que tenemos que aprender y aplicar a nuestra vida diaria, si todos ponemos nuestro granito de arena aremos de este mundo un hermoso paraiso, que dejaremos por herencia a nuestros hijos, y demás seres humanos. :


(Para proteger, cuidar o simplemente ser respetuosos del medio ambiente, se ha desarrollado la teoría, o más bien dicho la técnica de las 3RVE que trataré de describir brevemente en las líneas siguientes.
Lo esencial, en un principio, es la primera “R”, que significa REDUCCIÓN. Tratamos aquí de desechar menos detritus que lo que solemos hacer. En vez de llenar una bolsa negra al día, quizás podamos utilizar una cada dos o tres días.
La segunda “R” es la de RECUPERACIÓN. Una lata de chiles en vinagre se puede convertir en una muy bonita maceta. El papel periódico que iría a la basura puede servirnos para decorar objetos de todo tipo con la técnica del “papel maché”. Así, las maneras de recuperar cosas son infinititas y no tienen mayor límite que el de nuestra imaginación.
Dentro de la RECUPERACIÓN se encuentra también el RE-USO, la REUTILIZACIÓN de los objetos en vez de desecharlos en el bote de la basura. Una forma de reuso es la de la lata que hemos citado, pero también podemos esforzarnos en usar la parte libre de las hojas de papel en las oficinas, el rollo de cartón del papel sanitario nos puede servir para envolturas muy originales para dulces en fiestas infantiles.
En tercer lugar, viene la “R” de RECICLAJE. Esta etapa requiere de un proceso industrial. Generalmente, no podemos reciclar (en su sentido estricto) lo que estaríamos dispuestos a desechar. Aquí aparecen los envases de refresco, las botellas de vidrio, el papel ya usado por todos lados, etc. Todas estas materias son reciclables y las industrias especializadas las pueden tratar de manera a que sirvan para otra cosa en el futuro.
Ahora, hablaremos de la “V”. Esta significa VALORIZACIÓN ENERGÉTICA. Se usa cuando se han agotado las etapas anteriores, pero nuestros desechos pueden servirnos como “valor energético”. Aquí estamos hablando, por ejemplo, del gas que se recupera en los rellenos sanitarios y puede servir para producir calor y/o electricidad. Las llantas usadas también pueden ser valoradas. Las cementeras, por ejemplo, están dispuestas a pagar un buen precio por este material, altamente combustible, para alimentar sus hornos.
Finalmente, llegamos a la “E” de ELIMINAR. Cuando ya redujimos, reusamos, reciclamos y valorizamos nuestros desechos, lo que nos sobra es, realmente, basura. Esa sí, se va al relleno sanitario. Pero ya será la menos: en un edificio de oficinas de Bell Canadá en Toronto, los cientos de empleados tomaron consciencia de su responsabilidad ante la protección del medio ambiente. De veinte bolsas de basura diarias que salían del edificio, han llegado a menos de UNA a la semana.
La protección del medio ambiente está en nuestras manos. No echemos a perder las cosas, no despilfarremos recursos. Hablemos con nuestras esposas y nuestros hijos, nuestros compañeros de trabajo y lo lograremos, todos juntos. La técnica de las 3RVE es una mera herramienta. Lo que necesitamos es voluntad.)
Por: Bernardo Stril KremperVi

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