De una ilusión nace la fantasía, y cuando nos enamoramos hacemos real la fantasía, sin darnos cuenta que forma parte de nuestra ilusión, esa parte que compone la fantasía que jamás se hará realidad.
Y es en ese mundo de fantasía donde soñamos, y creamos mundo que nos llenan de placeres que surgen de nuestra imaginación de ese lugar tan profundo del conocimiento y la percepción donde nos alejamos de la realidad, esa realidad que nos aburre, asusta, y que no podemos controlar.
Y que cuando logramos controlarla siempres queremos más y el coste es tan grande, que nos da miedo asumir la realidad.
La fantasía anula el miedo, por ello aprendieron a usar la fantasía para aprender a vivir sin miedo, y ese escudo que es la fantasía crea el ambiente adecuado para ver, construir, y vivir la realidad que tan díscola nos parece por culpa de la crueldad de las personas que tiende siempre a evaluar, sin mirarse primero a ellas mismas.