Si formásemos en función de amar y respetar la naturaleza, seguro que nuestras prioridades cambiarían, seriamos diferentes en nuestro consumo y haríamos del mundo, un mundo más limpio.
Si esto es tan sencillo, porque no se promociona.
Cambiar de forma de pensar es fácil, y la crisis mundial de que tantos hablan podría ser de gran ayuda para conseguirlo.
Luego porque no sucede el milagro. Porque no amamos la naturaleza, en realidad lo que ama la gente es al opulencia, pero que ignorancia, si amar la opulencia no está mal, lo que hay que dejar es de ser egoístas, y pensar que todos podemos beneficiarnos de lo que la naturaleza nos puede dar.
Un mundo de Energías Renovables es posible.
