Es el fuego una forma de energía y como cualquiera de todas las que existen sin control es un arma contra los seres vivos.
Lo sabemos y lo olvidamos.
Otros aprovechan el olvido y la ignorancia para controlar y aprovechar su poder.
El poder de la energía ha de estar en quien sabe controlarla, el que sabe repartirla y quien sabe respetarla.