Cuando lo lógico no es lo correcto, es sencillamente a causa de que la necesidad no se adapta al recurso.
Tenemos infinidad de recursos, para satisfacer nuestras necesidades, pero no todos los recursos, satisfacen nuestras necesidades de igual manera y con la misma eficacia. Aquí aparece el factor, de hilar el hilo, aparece el momento de trabajar para saber que es lo que necesita el cliente, y como satisfacer la demanda del mercado, sin que ninguno de los dos salgan perjudicados, esto no es nada fácil, pero es lo que hay que hacer para conseguir el óptimo resultado en cualquier gestión de venta normal y corriente.
Si realizamos bien la venta, nos aseguramos nuevos clientes, ampliamos capital, podemos investigar y mejorar nuestro producto. Tu producto no es el único en el mercado, y hay que saber cuando no es adecuado para determinados clientes, sabes cual no es tu cliente potencial ahorra tiempo y dinero.
Si sabemos cual es tu comprador potencial, juegas con la ventaja de no equivocarte, y ya se sabe el que mucha abarca poco aprieta. Es mejor ser bueno en tu especialidad, que intentar tocar todas las especialidades.
La falta de especialización, da lugar a la falta de calidad.
Estamos viviendo unos momentos en que todo el mundo tiene que saber de todo, y vales para todo, y la calidad, sufre la consecuencia.
La calidad es lo que nos hace grande, ya que no perjudica a nadie, y todos salimos ganando.